martes, 22 de octubre de 2013

Una tercera parte del "Estado de la cuestión"... un último intento.

Bueno, una tarde lluviosa como para leer y escribir.

Intentemos de nuevo, siempre vale la pena un último respiro y esperar que las cosas mejoren. Quisiera aportar que la verdad tengo bien en claro que no me pude "casar con mi tema", tal vez por mí, tal vez por el. Pero considero prudente decirlo...

Sin embargo, tampoco traigo un "pleito ranchero" con mi tema, nos llevamos bien y supongo que podemos quedar como muy buenos amigos.

Conocer sobre las relaciones Latinoamérica-China es un tema bastante amplio y verdaderamente interesante (si es que sabes por donde buscar, como todo lo bueno de la vida). Un lugar que me recomendó nuestro profesor fue EBSCO, y esto fue con lo que me encontré...

"El impacto de China en América Latina: el comercio inter-industrial y los retos."  de Rhee Sung Hyong trata de describir cuales son las problemáticas y cuestiones a tratar entre la nación asiática y las naciones latinoamericanas.

Menciona algo verdaderamente interesante: "China importa recursos naturales y productos primarios, pero exporta productos manufacturados, resultado de salarios bajos (como textiles y ropa). La falta de relación intra-industrial con China muestra el lado más débil de las integraciones latinoamericanas en la cadena de valor de la producción global. En este sentido, el boom de China ofrece un reto a los países de América Latina. Para los productores de materias primas de la región hay buenas noticias en el corto plazo, pero a largo plazo enfrentarán el riesgo de la pérdida de entusiasmo por la diversificación más allá de las industrias de tipo extractivo."

Es decir, China (como la mayoría de los países industrializados) extrae gran parte de la materia prima latinoamericana y a cambio nos da productos y servicios que en algunos casos no son lo que esperábamos...

Es parte de, ¿Nunca han escuchado el chiste "No lo compres, es hecho en China", o "Ya todo hoy en día es hecho en China"?

Pues sí queridos amigos, nos estamos haciendo muy dependientes a los productos y servicios Chinos. Espera, ¿Eso es bueno o malo? Depende de que producto y situación estemos hablando.

Al ser dependientes de un mercado, nos hacemos dependientes (hasta cierto punto) a su calidad y/o a la calidad de los productos y servicios que nos brindan. Hay cosas que vienen de China que están mal hechas y otras que no, es una realidad. Realidad que hoy por hoy se vive y como dice Sung Hyong: "Es todo un reto para América Latina".

En fin, supongo que en general hay que ser cuidadosos con nuestras economías y como es que las manejamos. No solo pasa con el "dragón rojo de Asia", si no también con las demás economías que ven con ojos de inversión (no siempre buena y justa) a la región denominada como "América Latina"...


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